En este lugar se han descubierto restos de un edificio de época visigoda (Siglos VII-VIII) que pudo formar parte de un monasterio asociado a la iglesia basilical que habría en el área 3.
El hecho de haber podido descubrir casi toda la extensión de este edificio es una importante aportación para el conocimiento de posibles monasterios de época visigoda, ya que todavía se sabe muy poco sobre ellos.
Al igual que en el edificio de la basílica, este fue ocupado a lo largo de los siglos VIII y IX, aunque sus habitantes no sólo no hicieron labores de mantenimiento, sino que se dedicaron a desmontar algunas de sus estructuras, a la vez que dejaban que se derrumbaran otras.
Algunas de las características de los restos constructivos descubiertos en el Área 1-2 permiten suponer que el edificio de las dos grandes estancias dispuestas en L tendría dos plantas, a las que se le adosaron otras dos pequeñas habitaciones de planta baja y un porche que servía de comunicación entre todas las estancias.